Ayer inicie un libro de temática que generalmente no leo, se
llama “Comer animales” de J. Safran, es un estadounidense que decidió escribir
un libro en vista de que sería padre, como se puede adivinar por el título es
un tipo de defensa del vegetarianismo, pero realmente es muy imparcial, hasta
donde se puede ser cuando se tratan este tipo de temas.
Yo como la mayoría de mi generación he pasado por ese
momento de fuerte determinación en el que decido dejar de comer carne, que
generalmente no dura más de dos años si se es un universitario promedio con
influencias de toda partes y de todo tipo, personalmente siempre he sido una
amante de los animales, de todos desde el más pequeño hasta el más grande y
bueno ya que posee este sentimiento hacia ellos pues lo natural es estar en
contra del maltrato al menos tratar de aportar mi grano de arena y revelarme
contra la raza que se cree superior que asesina y tortura solo porque puede.
Pero como es normal las cosas no pueden ser así de simples, volviendo
al libro este es bastante expositivo con respecto a las descripciones y lo hace
de una forma cínica y fría, es imposible
leerlo y ser indiferente, pues la lectura de estos dos días ha hecho que reviva
esa llama que hace tiempo creí extinta, pero sucede algo curioso, estoy leyendo
me levanto a buscar algo de comer y cuando termino y vuelvo a la lectura me doy
cuenta de que me acabo de comer un sándwich de jamón, y me encuentro viéndome a
mí misma y preguntándome que rayos sucedió, igual pienso que tengo
oportunidades para apartarme de la carne “en el futuro” y en ese momento pienso
en mis perros y mis gatos, ellos consumen carnes, pues qué hago? No puedo
volverlos vegetarianos de una u otra forma voy a continuar contribuyendo al
negocio de la matanza. Creo que en este punto es imposible tratar de apartarse
de esto.
Otro tema muy relacionado que me ha estado dando vueltas es
el ambiental, si las personas decidiéramos apegarnos a nuestras creencias como
proclamamos serlo tendríamos que olvidar la vida como la conocemos, si no
consumo carnes necesito lácteos y la empresa lechera no difiere tanto de la de
la carne, las verduras con las que podría sustituir las carnes son plantadas y
abonadas con hormonas y no sé qué cosas más, las plantaciones dañan increíblemente
los suelos cada vez necesitamos más tierra para plantar, acabamos con
ecosistemas enteros, hacemos un daño irreparable por una buenas zanahorias,
pienso en el ambiente cada vez que termino de fumar un cigarrillo, pero solo
cuando termino, nunca antes.
En algún lugar escuche una vez que los seres humanos somos
un conjunto de contradicciones y así es, somos hipócritas, tan buenos
mentirosos que logramos engañarnos incluso a nosotros mismos.